lunes, 30 de abril de 2012

Cosas de la edad

Perder la capacidad de girar la cabeza como una lechuza.
Una pena: se sentía lindo la adrenalina de caminar avanzando hacia adelante pero mirando hacia atrás.


Cosas que ocurren cuando abro mi cuaderno Rivadavia de hojas lisas ;)
(*v*)
(¿Cómo anda ese cuaderno Rivadavia de hojas lisas, Roberto Marín, eh? ;) )

3 comentarios:

Mirita dijo...

como una lechuza! jiji

roberto M. dijo...

ABRI ESE CUADERNO MAS SEGUIDO POR FAVOR!!!!!!!!!!!!!!!
Esto, es buenísimo!!!!!!
Me gusta eso de romper con lo preestablecido, o con lo "normal" o natural!!!!
Es un placer hacerlo y verlo, me parece que es más placer verlo.
Dale nomás, dejá la imaginación volar y mostranos lo que hacés.
cuanto más la dejes ir, nada será imposible de que exista dentro de tu cuaderno Rivadavia, el mío (gracias por el regalo) está un poco abandonado, voy a mostrar algo en estos días, capaz que en la cabecera del blog, no creo que lo que yo hago de como pa un post, pasa que, abro el cuaderno y me cohibo, en serio, me parece que no puedo malgastar las páginas boludeando, ya le voy a perder el miedo. jaja
Che, nos estábamos acordando, el 1 de Mayo es la carrera de Río Pinto no?

aizen marina dijo...

Lo bueno es tener ojos en la espalda y además, ser lechuza, por lo sabio, por lo paciente. Viniendo de un ser tan especial como vos, creo que tu cabeza giratoria cuenta mucho cuando ilustra... Me da cosita ese hoyo que no ve el personaje, pero.. como es lechuza, saldrá volando, en la noche, como si nada.
Te quiero Mar! Me encantó! ;)